De junio a septiembre, Montauban cobra vida en todo su esplendor estival. Los festivales están en pleno apogeo, mientras que los actos al aire libre toman los parques y jardines. La Place Nationale se convierte en el corazón palpitante de la ciudad con sus sombreadas terrazas que cobran vida desde los primeros rayos de la mañana hasta las templadas tardes. El Port Canal y las orillas del Aveyron se transforman en un verdadero oasis de frescor, acogiendo a señores, pêcheurs y marineros. Las orillas del Tarn ofrecen sus mejores panoramas bajo la cálida luz estival, mientras que los jardines históricos revelan sus floraciones más gloriosas. También es la estación de la abundancia, cuando nuestros coloridos mercados rebosan de jugosas frutas y hortalizas bañadas por el sol. Es el momento perfecto para gustar los auténticos sabores de nuestro terroir y compartir spécialités locales en un ambiente de convivencia típicamente méridional.
